martes, 22 de septiembre de 2009

Jose Antonio Enriquez Armendariz 3g

ANÁLISIS DE LA OBRA 1822, CUANDO FUIMOS IMPERIO
Después del abrazo de Acatempán en 1821, en la que hubo alegría entre los dos grupos porque se consumaba la Independencia, Fray Servando Teresa de Mier se encontraba preso en el Castillo de San Juan de Ulúa, ultima posesión española en el ex virreinato de Nueva España. Se le acusaba de traición al rey, prácticas masónicas, apostasía, además de 14 fugas de distintas cárceles.
Santa Anna, Comandante General del Puerto de Veracruz, llega a hablar con el encargado del Castillo para pedirle la libertad de Fray Servando a nombre del gobierno, porque es diputado del recién formado Imperio Mexicano.
Miguel Ramos Arizpe, Valentín Gómez Farías y Mier se encuentran esperando la recepción de Iturbide en Palacio Nacional. Mier cree que de seguro Iturbide querrá quedarse la corona de Emperador. Mier piensa que es innecesario un monarca extranjero, acaeciendo en México de representantes de las 30 familias reales.
Sobre la diputación de Mier, Arizpe y Farías le dicen a Mier que sólo es necesario que se retracte por lo que dijo el 12 de diciembre de 1794 negando la existencia de la Virgen; Mier expresa que nunca la negó, sino que negó sus apariciones en el cerro del Tepeyac.
Da a entender que él es el indicado, pero Mier le recuerda a Guadalupe Victoria que es perfecto para el cargo de dirigente del país.
En el Congreso, habiendo una votación obtienen una ventaja legal por lo cual protesta el diputado Mier y éste pasa al estrado para no retractarse. Y después de discutir los diputados en sesión sobre cuestiones insignificantes, enseguida Mier grita que cómo puede ser festejo nacional el 27 de septiembre como día de la Independencia, si es cumpleaños de Iturbide y después de otra acalorada discusión, Gómez Farías propone que se corone emperador a Agustín de Iturbide, al grito de ¡Viva Agustín I!
Mier les dice que éstos no son los procedimientos, pero qué importan los procedimientos cuando la situación es crítica. Entonces, para interrumpir el alboroto, entra el Serenísimo Señor Almirante de Mar y Tierra, Don Agustín de Iturbide con el sargento Marcha, y reconoce que él no es apto para gobernar una nación tan poderosa, que no dispone de sí mismo, sino que la decisión la deja en las manos de los diputados.
Ya proclamado emperador, en Palacio Nacional, con lujo paradójico se muestra y lee una carta de Guerrero en la que es felicitado. Santa Anna entra e Iturbide le dice que se ponga atento ante la situación: que Victoria es el único cabo suelto que le queda. Santa Anna le responde que no hay posibilidad de que Guadalupe Victoria aparezca.
En una calle de la Ciudad de México en junio de 1822 se encuentran Ramos A. y Mier. Se hallan por allí una bola de hombres andrajosos y borrachos, que cuando Bravo les da limosna dan vivas a Agustín I.

A principios de 1823, reinstalado el Congreso por disposición de Iturbide, el Poder Legislativo decidió enjuiciar a Iturbide acusado de abuso de poder, violación a la soberanía nacional, traición al juramento que prestó al Congreso y empobrecimiento de la patria. Mier expone más todos los equívocos de Iturbide: despilfarro, robos, asaltos por trabajadores de él… en la caja de los fondos sólo se encontraron $42, mientras el emperador abría cuentas millonarias en Suiza.
Santa Anna sube y defiende a Iturbide sin el consentimiento de éste. Expone que Agustín sólo es un hombre, y que se equivocó; pero que nos dio la patria, y su nombre debe estar escrito en letras de oro en este Congreso, pero que ya no se meta en política.
El Congreso lo encuentra culpable. Condenado a destierro y a una pensión anual de $12,000 donde quiera que se encuentre, además del pago de viáticos. Iturbide abdicado saluda contento a Santa Anna.
Es año de 1824, y en el jardín de Palacio Nacional Farías y Santa Anna discuten que fue extremo fusilar a Iturbide cuando desembarcó en Tamaulipas disfrazo a su esposa de un irlandés. Estados Unidos les mandó un embajador para que negociara la compra de Texas por 60 millones de dólares. Mier le reclama a Victoria si va a ser igual que Iturbide: ya desterró a Bravo. Le reclama además que se quiere elegir y Victoria le responde que 4 años es muy poco tiempo para arreglar al país. Mier, lo invita a su comunión.

En el convento de Santo Domingo es llevado a cabo el solemne ritual en presencia de diputados, Santa Ana y Victoria. Lee su testamento y lo lee: al siguiente presidente le deja a Santa Anna para que lo derroque; a Arizpe, la pensión que nunca vio y a todos los mexicanos nos hereda una patria independiente y republicana, infestada de parásitos para que lidiemos con ellos.

Momentos o etapas claves del film.
Un momento de suma importancia es el levantamiento de Santa Anna contra el Imperio. Y es que los mismos diputados y nobles que antes había apoyado a Iturbide ahora conspiran contra él. Y ven a Santa Anna como el medio que necesitan para derrocarlo y que saben lo ambicioso que es y lo que desea ser el nuevo héroe nacional.
Una parte muy importante fue el discurso de Iturbide ante el congreso en la que se declara a merced de éste, pero que él no es apto para una nación tan poderosa. Los diputados gritan vivas a Agustín I, y esto concluiría con la coronación d Iturbide como Emperador de México. El tema central es el deseo de Iturbide de coronarse, usando la imagen que de héroe tiene para lograr sus objetivos. Intervienen diputados como Valentín Gómez Farías.
Tercer acontecimiento más sobresaliente que es la unión de Santa Anna, ya convencido por los opositores, con Guadalupe Victoria. Firman un plan en el que se desconoce al emperador y se establecerá un gobierno republicano. Con esto México conocerá por vez primera el gobierno republicano federal.

El autorLos aplausos se dejaron oír en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón de la UNAM, al finalizar la última función de 1822, el año que fuimos imperio, de Flavio González Mello, bajo la dirección escénica de Antonio Castro, resultó un fenómeno en la cartelera teatral.
Con más de 400 representaciones y llenos totales en la mayoría de sus funciones, la obra llegó a su final de temporada el pasado 26 de junio en el Centro Cultural Universitario.
Al término de la representación, Antonio Castro y Flavio González Mello subieron al escenario para agradecer los aplausos del público que satisfecho con lo que acababa de apreciar aplaudió fuertemente.
1822, el año que fuimos imperio recibió en 2002 reconocimientos de la Asociación Mexicana de Críticos Teatrales (AMCT) a la mejor producción nacional, mejor actor (Héctor Ortega) y mejor vestuario.
La pieza dividida en dos actos, parte de uno de los momentos cruciales de la historia patria (el inicio del México independiente) y reflexiona sobre la identidad nacional y los orígenes de la política, para mostrarnos de golpe que la actual situación político-social del país no dista mucho de aquel año del siglo XIX
Análisis de los personajes
Es una reconstrucción histórica a través de la dramaturgia y como tal existen algunos elementos cómicos o satíricos que más que ir contra la verdad histórica, resaltan ingeniosamente el suceso.
A Santa Anna se le muestra como un jugador empedernido y apasionado: cuando va a pedir la libertad de Fray Servando a San Juan de Ulúa, apuesta con el gobernador del castillo e incluso quiere apostar, al perder, un barco lleno de mercancías o hasta el mismo Puerto de Veracruz. Describe a Antonio López como un adulador, que se mueve entre todos los grupos políticos para obtener de cualquiera una posición que le permita ejercer poder.
Santa Anna representa a los criollos que de cualquier forma quiere acceder al gobierno sin hacer cambio en la estructura socioeconómica.

Fray Servando es el insurgente por naturaleza. Que exige, principalmente un gobierno eficaz y justo para el pueblo. Es rebelde, e insidioso como se le ha descrito. Promovía el republicanismo, hasta cierta forma moderada ya que no estaba de acuerdo con el federalismo que promueve cambios más radicales. Con un gobierno centralista se contentaba, y esto puede excusarse tal vez por su condición sacerdotal, ex clérigo regular de Santo Domingo, instrumento de la Inquisición colonial.
Agustín de Iturbide, derrochador y mal gobernante. Visto como verdugo, pero de alguna manera prototipo de todos los políticos mexicanos hasta la fecha. Que desde el inicio de su poderío, mostró su ineptitud para el gobierno, y su preferencia por el lujo y gasto estériles y excéntricos.

Guadalupe Victoria, insurgente refugiado en la selva, muestra del carácter nacionalista de la etapa de organización moreliana. Entusiasmo muy patrio y liberal, se da cuenta que se consumó la lucha por conservadores y con Santa Anna firma el Plan de Casa Mata para instaurar la primera República Federal.

Elementos irreales de la obra
El extravío de Victoria en la selva veracruzana; la extremaunción de Fray Servando teresa de Mier.

Entonces entre los personajes podemos ver el grupo que representan:
Iturbide representa los grupos más conservadores de México, que ven a la monarquía imperial como la idónea forma de gobierno.
Ramos, representante de la diputación, pertenece al grupo de los opositores que al principio lo apoyaban. Hay fuertes influencias masónicas.
Mier, republicano y fuerte opositor no tan solo de la monarquía, sino de cualquier forma dictatorial de gobierno, es un republicano moderado, junto con Santa Anna, al pensar que el federalismo es peligroso para la nación siendo el centralismo más adecuado “al carácter de la nación” por la costumbre virreinal que se nos fue impuesta hacia un gobierno central
Específicamente Santa Anna se mueve hacia donde la posibilidad de poder se vislumbre. Actúa unas veces como liberal, otras como conservador. Se le achaca siempre el de indeciso.

Análisis de lo hechos históricos
Los hechos históricos que se observaron en la obra fue el abrazo de Acatempán en febrero de 1821; la coronación de Iturbide el 19 de mayo de 1822 y su abdicación en marzo de 1823, la sublevación de Santa Anna en diciembre de 1822 y la firma del Plan de Casa Mata el 1 de febrero de 1823..
Los antecedentes del Imperio de Iturbide fue un país sumido en diversos conflictos políticos y sociales. La economía estaba muerta al encontrase todas las actividades económicas paralizadas y la anarquía imperaba por doquier.
Iturbide asumió el gobierno de esta nación primeriza despóticamente volviéndose sus aliados, enemigos del imperio y sus opositores clásicos, que lo enfrentaron acérrimamente.
ValoraciónCreo que fue una obra buena que represento muy abiertamente los hechos históricos de una forma que le quita lo `aburrido’ que me parece la historia que disculpen pero debía decirlo, me parece que tuvo una buena dirección y una representación excepcional por parte de los actores, si alguien lee esto les recomiendo que si llevan historia de México vean este video les ayudara a comprender mejor.

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